
Desde los comienzos, cuando la metodología de fútbol callejero estaba siendo probada en algunas iniciativas locales, se realizaron diversos intercambios entre las organizaciones de Argentina, Chile, Paraguay, Brasil; y luego hacia el interior de los países, generándose un efecto cascada y una expansión rápida de esta experiencia. En estos intercambios, los principales protagonistas han sido y son jóvenes participantes de los proyectos, que también mediante estos procesos fortalecen sus roles en sus organizaciones, amplían sus capacidades e integran otras visiones diversas sobre otras culturas y formas de vida.
De manera independiente y autogestionada, las organizaciones que integran el Movimiento realizan intercambios regulares entre jóvenes, como una parte integral de sus estrategias de trabajo.
Anualmente, durante las instancias de reuniones y asambleas, se organizan paralelamente encuentros e intercambios de jóvenes de todas las organizaciones participantes, generándose visitas con las organizaciones locales, documentos de trabajo y actividades conjuntas a futuro.